Esta actividad anima a los alumnos a pensar en sus esperanzas y oraciones, especialmente aquellas que les parecen demasiado grandes o demasiado pequeñas para pedirlas. Se invita a los alumnos a coger una cuenta de cristal que represente su esperanza o su oración y a colocarla en un cuenco como una forma sencilla de decir «por favor».
Los cristianos creen que ninguna oración es demasiado grande ni demasiado pequeña. Dios las escucha y las recibe todas.
Cada país tiene su propia biblioteca de recursos específicos, todos ellos están disponibles para su uso gratuito.
Encuentra mi país